Curiosidades del Gran Premio de Mónaco: El Glamour y la Locura del Circuito Más Icónico de la F1

El Gran Premio de Mónaco no es solo una carrera de Fórmula 1: es una institución. Glamour, historia, coches de ensueño y un trazado que pone los pelos de punta. Correr por las calles del principado es el sueño de cualquier piloto y un evento obligatorio para cualquier aficionado.

Aquí tienes una recopilación de curiosidades alucinantes sobre este gran premio que te harán apreciarlo aún más… o entender por qué algunos lo aman tanto como otros lo odian.

1. Es más antiguo que el Mundial de F1

Aunque el Campeonato Mundial de Fórmula 1 empezó en 1950, el Gran Premio de Mónaco se celebró por primera vez en 1929, más de 20 años antes. Fue organizado por el Automóvil Club de Mónaco y su creador fue Antony Noghès, cuyo nombre ahora lleva la última curva del circuito.

2. El circuito casi no ha cambiado

A diferencia de otros trazados que han sido rediseñados constantemente, el Circuito de Mónaco ha cambiado muy poco desde sus inicios. Se sigue corriendo por las mismas calles angostas del centro del principado. Es un circuito urbano, lleno de curvas cerradas, túneles y subidas que lo hacen único (y peligrosísimo).

3. El circuito más lento... pero uno de los más difíciles

Mónaco es el circuito más lento del calendario de F1. Aquí no hay grandes rectas ni velocidades punta como en Monza. Pero eso no lo hace más fácil. Al contrario: es uno de los más técnicos, donde el más mínimo error se paga con el coche contra el muro. La habilidad del piloto aquí importa más que nunca.

4. Ayrton Senna, el rey indiscutible

El piloto que más veces ha ganado en Mónaco es Ayrton Senna, con 6 victorias, cinco de ellas consecutivas entre 1989 y 1993. Senna decía que cuando corría aquí entraba en un “estado de trance” donde todo le salía perfecto. Para muchos, su conducción en Mónaco 1988 fue la más impresionante de la historia… hasta que se chocó solo por exceso de concentración.

5. Gana aquí y eres leyenda

Muchos pilotos dicen que ganar en Mónaco vale más que cualquier otra victoria. ¿Por qué? Porque no hay margen de error y es muy difícil adelantar. Solo los mejores consiguen imponerse aquí. Una victoria en el principado es un sello de calidad en la carrera de cualquier piloto.

6. Adelantar es casi imposible

En Mónaco, el 80-90% de las victorias salen del piloto que hace la pole position. Esto es porque adelantar es una odisea: las calles son muy estrechas y no hay muchas zonas para meter el coche sin acabar en el muro. Por eso, la clasificación es clave. Se dice que aquí se corre el sábado… y se administra el domingo.

7. Safety Cars y caos casi asegurado

La tasa de incidentes en Mónaco es altísima. Siempre hay choques, coches de seguridad, banderas amarillas, accidentes en la primera vuelta… Cada carrera suele traer algún momento caótico que cambia todo. ¿Recuerdas cuando Ricciardo lideraba con problemas en 2016 y aún así ganó? Pura tensión.

8. Escenario de películas y series

El GP de Mónaco ha aparecido en películas de James Bond, videojuegos, anuncios y documentales. Uno de los más icónicos fue el GP ficticio que aparece en Iron Man 2, con Tony Stark corriendo por las calles del principado antes de ser atacado por Whiplash. También es habitual en todos los juegos de F1.

9. Un paddock... de lujo

Durante el fin de semana del GP de Mónaco, el paddock se llena de celebrities, actores, millonarios y miembros de la realeza. Se ven yates aparcados junto al puerto, fiestas exclusivas, relojes de lujo y coches que no sabes ni que existían. Es, literalmente, el Gran Premio más glamuroso del calendario.

10. El único circuito con “tribuna flotante”

Las gradas más exclusivas están en los yates. Muchos espectadores ven la carrera desde sus barcos atracados en el puerto. Algunos incluso alquilan un sitio en una terraza de hotel o en un barco solo para ver la carrera desde arriba. Eso sí, los precios no son para todos los bolsillos.

11. La vuelta más corta… pero la más intensa

La vuelta en Mónaco es de apenas 3,337 km, la más corta del calendario. Pero lo compensan con 78 vueltas, lo que la convierte en una de las más largas en duración total. Aquí el piloto no descansa ni un segundo. Es concentración total desde el semáforo hasta la bandera a cuadros.

12. No es del gusto de todos

A pesar de su historia y prestigio, hay pilotos y aficionados que no lo disfrutan tanto. Algunos lo critican por ser demasiado estrecho, anticuado o aburrido por la falta de adelantamientos. Pero aún así, nadie se lo quiere perder. Porque Mónaco es Mónaco.

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